Invirtiendo la Prostituci?n: La Polic?a al Mando

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Invirtiendo la Prostituci?n: La Polic?a al Mando

En un mundo al revés, algunos dirían que invirtiendo la prostitución para usar la policía al mando, puede ser una fórmula fácil para luchar contra el crimen. Los agentes de la ley dedicarían su tiempo y energías a reducir el tráfico sexual y los delincuentes que explotan a las víctimas. Crean un ambiente seguro donde los vendedores sexuales no tienen que preocuparse por su seguridad, sino que pueden seguir trabajando de manera segura y libre de explotación. Usando la policía al mando para imponer la ley en un intento de detener la prostitución, se estarían creando oportunidades para combatir el crimen y luchar contra el tráfico sexual a través del respeto a los derechos humanos.

En lugar de tratar a los trabajadores sexuales como criminales, los oficiales de policía actuarían como protectores. Esto significa que los denunciantes se sentirían seguros de confiar en la policía para obtener respuestas justas y no tener que preocuparse por el abuso de poder. La policía ayudaría a los trabajadores sexuales dándoles orientación sobre buscar ayuda legal en caso de ser víctimas de la explotación sexual. Los trabajadores sexuales probablemente tendrán oportunidades para tomar decisiones sobre su trabajo, que son a la vez seguras y consensuadas. Esto podría significar una gran mejora en la forma en que se protegen los derechos de estas personas.

Como consecuencia, las personas harán un mejor uso de los recursos de los que disponen, y existirán mejores estrategias para combatir el tráfico sexual. Los fiscales tendrían la capacidad de perseguir a los delincuentes con mayor facilidad. En lugar de enfocarse en la criminalización de los trabajadores sexuales, la policía podría concentrar los esfuerzos en el combate del crimen y el tráfico sexual eficazmente. Esto ayudaría a las víctimas a buscar respuestas justas y permitiría a las personas que trabajan en el trabajo del sexo una libertad considerable y no ser tratadas como criminales por choque de moral.

En consecuencia, invirtiendo la prostitución para emplear a la policía al mando también permitiría un cambio positivo en el modo de ver la cultura de la explotación sexual. En lugar de seguir tratando a las víctimas como delincuentes, se les daría a estas personas la dignidad que merecen, y se les daría amabilidad y consideración al tratar con ellos. Esta actitud de respaldo podría generar un poco de esperanza para una población emerge de vulnerabilidad, la cual necesita el soporte del gobierno para salir y tener una vida digna. Si la sociedad puede abrazar un enfoque proactivo e invertir la prostitución para usar la policía al mando, pueden establecerse leyes y estándares que ayudan a las personas en el trabajo sexual a tratar de forma justa su salud y seguridad, junto con una gama de otros aspectos.

Invertir la prostitución también ofrece la oportunidad de renegociar la forma en que abordamos la explotación sexual. El cambio en el enfoque de la justicia penal significa que la policía puede brindar apoyo a las personas en el trabajo sexual y reasignar los recursos para prevenir la explotación sexual en lugar de castigar a las personas por involucrarse en ella. Esto también eliminaría el aspecto de la moralidad de la ley para centrarse en la prevención de la explotación sexual y proteger a las personas de la misma. Entonces, en lugar de ver a los trabajadores sexuales como una amenaza a la moralidad pública, invirtiendo la prostitución para usar la policía al mando, los vendedores sexuales se verían y se tratarían como ser humanos con derechos, dignidades y consideraciones.

La policía también tendría la oportunidad de ayudar a los trabajadores sexuales a obtener información sobre el trabajo sexual, tales como salarios adecuados, condiciones de trabajo satisfactorias y protección adecuada contra la explotación sexual. Esto permitiría a los trabajadores sexuales acceder a un flujo continuo de información para que puedan trabajar de forma segura y sin explotación. La policía invertiría la prostitución para hacer cumplir un conjunto de normas recíprocas que maximizarían la seguridad de los vendedores sexuales.

Finalmente, invirtiendo la prostitución para usar a la policía al mando significa que los trabajadores sexuales tendrán más oportunidades de una vida próspera y segura. El respaldo de los agentes de la ley significaría una mayor seguridad para los trabajadores sexuales al permitirles omitir los peligros y la explotación sexuales. Además, estão aumentarán las oportunidades para que los trabajadores sexuales se beneficien de los programas de ayuda financiera y empleo, ya que existirá un entorno en el que los trabajadores sexuales pueden sentirse seguros para solicitar ayuda sin el riesgo de ser criminalizados. El uso de la policía al mando para invertir la prostitución,  citas sexuales  vendedores sexuales, y quienes los explotan, pueden ser castigados justamente, lo que podría tener una gran influencia en el modo en que los trabajadores sexuales son tratados y percibidos en la comunidad.